Libertad. La libertad es una facultad y un hábito, como facultad me permite obrar de una manera u otra, como hábito me permite escoger, tomar la iniciativa y ser yo mismo el creador de mi destino personal y colectivo, el motor de permanencia o de cambio en cada uno de los acontecimientos de mi vida. Si no controlo todo lo que me pasa, sí puede libremente decidir cómo me afecta y cómo reacciono ante cada externalidad. Como cualquier hábito la libertad crece si se ejerce; pero también puede perderse por vicios como las adicciones o la constante claudicación a ejercerla.
Vicios por exceso. Libertinaje: afectar con el uso de mi libertad a otros en su persona, derechos o propiedades. Vicios por defecto: aceptar en diferentes grados diversos determinismos psicológicos, biológicos, económicos, sociales y en esa medida volverme “esclavo”; permitir la imposición de la agenda de terceros; dejar que otros (personas o circusntancias) decidan por mí. Fatalismo: aceptar una situación o un destino nocivo como irremediable.
Responsabilidad. Capacidad para reconocer y aceptar (asumir) las consecuencias de mis actos ante mí mismo y ante los demás.
Responsabilidad, vicios por defecto: echar culpas de lo que me pasa: a mis padres, amigos (o enemigos), familia, barrio, maestros, directores, sistema escolar, tono de piel, falta (o exceso) de inteligencia, condición económica, condición social, etc.
Virtudes relacionadas a Libertad/Responsabilidad: Esperanza, Iniciativa, Creatividad, Confiabilidad (ser confiable).